Aquí te explico el origen: EL APEGO.
La teoría de apego fue desarrollada por el psiquiatra John Bowlby durante la década de los sesenta, y se puede definir al apego como aquel vínculo emocional que tiene el niño con un adulto, que son los progenitores o cuidadores; este proceso tiene mucho que ver porque define en gran parte el tipo de relaciones interpersonales que tenga el niño, en un futuro, ciertas conductas de apego infantil permanecen hasta la edad adulta, por lo que es imprescindible conocer qué tipo de estilo de apego presento, para modificar determinadas conductas que realmente generan daño a sí mismo y a las personas más cercanas, especialmente al momento de emparejarme.
Bowlby da a conocer 4 estilos de apego:
1. Inseguro-Evitativo: Corresponden al 20% de la población, se origina debido al rechazo de los padres, los niños muestran un desinterés a la separación así también al reencuentro con sus progenitores, ya que presentan poca confianza de que sus necesidades sean cubiertas por parte del adulto, debido a las actitudes y conductas de rechazo que ha recibido. Evitan el rechazo a través del juego, y cuando los cuidadores se distancian o regresan no muestran cercanía.
Generalmente cuando estos niños se convierten en adultos pueden presentar las siguientes conductas:
– No expresan emociones.
– Miedo al compromiso o a relaciones sólidas.
– No piden ayuda, creen que pueden solucionar sus problemas, solos.
– Presentan una independencia extrema.
– Cuando hay rupturas amorosas, centran su atención al trabajo.
– Evitan discusiones o confrontaciones (Evitan conversaciones “incómodas).
– No pueden lidiar emociones intensas.
– Tratan de huir y no afrontar las consecuencias de sus decisiones.
Las personas con este tipo de apego creen que sus conductas son “normales” lo que dificulta que busquen ayuda profesional y que sus relaciones de pareja funcionen.
2. Apego Seguro: Corresponden al 66% de la población, estos niños confían en sus padres, ya que los adultos, son sensibles a las necesidades de los chicos, y responden de manera asertiva y rápida. Tienen la certeza de que cuando se sientan angustiados o temerosos, sus padres estarán ahí para ser consolados. Cuando los padres se van, los niños muestran su incomodidad de manera abierta y al momento de que los padres vuelven, éstos los reconfortan y vuelven a jugar sin problema.
Cuando estos niños crecen, muestran algunas de estás conductas:
– Confían en si mismos y en los demás.
– Expresan abiertamente lo que sienten y lo que piensan.
– Identifican y gestionan sus emociones.
– Afrontan y resuelven conflictos de manera calmada, asertivamente.
– Se respetan y respetan a los demás.
– Creen que todos tenemos el mismo valor personal. Nadie es más que nadie ni inferior a nadie. Todos somos iguales.
3. Inseguro- Ambivalente: Presenta el 12% de la población, los niños han tenido padres con conductas impredecibles, por un lado son muy sensibles a sus necesidades pero luego se vuelven totalmente distantes. Responden a la separación con angustia intensa y cuando se reencuentran con sus padres, los niños se muestran enojados, no tienen confianza en sus figuras de apego.
Cuando estos niños, son adultos, pueden presentar:
– Miedo intenso a cualquier evento de separación entre padres, pareja o amigos.
– Dependen de manera excesiva de otras personas.
– Les cuesta tomar decisiones.
– Colocan en la otra persona, su motivo para ser feliz.
– Se invalidan a sí mismos para poner toda su energía y su tiempo en su pareja o amigos.
– No hay una identidad personal desarrollada.
– No les gusta la soledad, prefieren la compañía. (cualquiera que ésta sea).
– Idealizan a las personas que conocen.
– Creen que tienen valor, cuando tienen pareja.
– En algunos casos, cuando hay rupturas amorosas, tienden a entrar rápidamente a otras relaciones, sin pasar por el proceso de duelo. (episodio normal cuando una relación de pareja termina).
– A todo dice si, complace a todos, menos a si mismo.
4. Desorganizado – Desorientado: Este estilo fue descrito posteriormente por Mary Main, corresponde al 15-35% de la población, pero alcanza un 80% en niños que han sufrido maltrato, abuso o negligencia por parte de sus padres. Tras una separación, estos niños no responden de manera organizada, cuando se reencuentran con los padres, éstos niños se muestran con rigidez, congelamiento y con expresiones de miedo.
Estos niños, de adulto, pueden presentar:
– Presencia de amor y odio (dicotomía de sentimientos) hacia una persona.
– Idealizan y devalúan a la persona por algún error que cometieron.
– Categorizan a la gente como: Buena/mala.
– Tienen variaciones en su estado de ánimo.
– Pueden llegar a ser muy dependientes de su pareja, pero luego quieren terminar dicha relación, y tratan de huir.
– Dificultad para expresar lo que le está pasando porque ni el/ella entiende que está pasando.
– Niveles altos de ansiedad y de depresión ante separaciones reales o ficticias.
– Sufren demasiado.
– Viven en un caos.
Si necesita mayor orientación no dude en contactarse con nosotros, aquí esta parte de la explicación de porque elegimos una pareja determinada, el paso número uno, es identificar qué tipo de apego presento y el siguiente es desaprender lo aprendido desde niños y aprender conductas funcionales, ahora que somos adultos tenemos opciones para cambiar nuestra perspectiva de vida.
En muchas personas está presente el apego, no el amor. El amor es totalmente contrario al apego inseguro.
Y como menciona Walter Riso:
“Para mí, el principal motivo de sufrimiento en la historia de la humanidad es el apego. Si el apego corrompe, pierdes tu dignidad, tu respeto, tus valores más esenciales. También pierdes libertad, y no puedes decidir cómo te vas a mover. Pierdes tranquilidad porque una de las características del apego es el miedo a perder aquello que deseas. Finalmente, pierdes también la alegría”.
Aprendamos a identificar donde estoy en mi relación de pareja, en una relación de apego inseguro? O en una relación de amor? – Terapia de pareja en Riobamba agenda tu cita ahora con psicólogos en Riobamba de experiencia.
