El proceso de diagnóstico psicológico implica una cuidadosa evaluación de los síntomas, comportamientos y experiencias del paciente para determinar la presencia de posibles trastornos mentales o problemas psicológicos. Utilizando herramientas como entrevistas clínicas, pruebas psicométricas y observación del comportamiento, el psicólogo analiza los datos recopilados para identificar patrones significativos y llegar a un diagnóstico preciso. Este diagnóstico no solo ayuda a comprender las dificultades del paciente, sino que también sirve como base para desarrollar un plan de tratamiento efectivo y personalizado que aborde sus necesidades específicas.
